La Gobernación de Norte de Santander, por medio de sus secretarías de Víctimas y de Gobierno, le cumplió a quienes habitan el refugio humanitario ubicado en la vereda Caño Tomás, en Teorama. Funcionarios de la administración departamental llegaron al lugar y brindaron atención a 80 familias, que fueron obligadas a abandonar el corregimiento Saphadana, en Convención, por asuntos de un territorio ancestral que reclaman miembros de la comunidad Motilón Barí.
“Hicimos un censo. Encontramos 80 familias, de las cuales 40 recibieron ayudas humanitarias de alimentación. En los próximos días, les brindaremos asistencia de carácter médico. Sabemos que en este momento están siendo afectados nuestros campesinos e indígenas. Sin embargo, seguimos apoyándolos, de la mano del gobernador William Villamizar Laguado.”, precisó Luis Fernando Niño, secretario de Víctimas, Paz y Posconflicto del departamento.
Las familias que se encuentran actualmente en Teorama salieron de Saphadana el pasado 12 de febrero. No han podido retornar a su territorio porque la comunidad indígena solicita que se delimite el resguardo Barí, considerado territorio ancestral.
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