Ex paramilitares pidieron perdón a Víctimas de Norte de Santander

Desde el complejo penitenciario y carcelario de Cúcuta 55 ex miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) pidieron perdón por primera vez en la historia de este departamento sin obtener beneficio jurídico ni rebaja de pena, a 30 representantes de las Víctimas por los más de 5.000 crímenes ocurridos hace unos años en Norte de Santander.

Luis Fernando Niño, Secretario de Atención y reparación a las Victimas indicó, que la iniciativa liderada por la Secretaria de Víctimas, la Agencia Colombiana para la Reintegración y el Inpec, se desarrolló por solicitud de un grupo de internos quienes requirieron ante el Comité de Justicia Transicional un espacio para el perdón y de reparación simbólica.

Aseguró, que este gesto de arrepentimiento busca prevenir la comisión de nuevos delitos mediante mecanismos que les permitan a las personas sentenciadas reintegrarse a la vida en sociedad después de saldar sus cuentas con la justicia.

Julio Cesar Galeano, ex integrante del Bloque Catatumbo de las AUC tomó la vocería para pedir perdón a sus víctimas en Cúcuta y varios municipios del Catatumbo, por el sufrimiento que les causó.

“Como ser humano me veo en la necesidad de pedir perdón público por mis actos cometidos en contra de muchas personas y de sus seres queridos, pues vulneré de muchas formas sus derechos. Así mismo, hago extensiva esta solicitud de perdón a toda mi familia por el sufrimiento causado hasta el día de hoy. Fueron hechos que jamás debí haber cometido u ordenado. Las víctimas son personas valientes y con dignidad. Sólo quienes han sufrido la guerra en carne propia saben lo difícil que es vivir en medio de ella”, afirmó el excombatiente.

Abimael Bacca Vargas, director de la Pastoral social de Cúcuta resaltó, el acto ya que se convierte en una estrategia de perdón sincero, porque perdonar no es solo olvidar, es mirar con nuevos ojos y superar la ira y el resentimiento para reconstruir los lazos de la comunión y devolverle al corazón la vida que ha perdido.

“En los momentos de oscuridad, de confusión y de prueba estamos tentados a pensar que Dios nos ha abandonado, que ya no se acuerda de nosotros. Sin embargo, es precisamente en ese momento cuando Él sale como garante y, estando incluso crucificado en medio de los dos malhechores, ofrece lo mejor que tiene: su salvación”, indicó el delegado de la Diócesis. 

Fernando Niño, agregó, que el perdón y la reconciliación demostrada en el acto tiene un componente claro de reconciliación y participación, que es fundamental para lograr que la construcción de respuesta a los problemas y necesidades de las personas y se hagan realidad en un ámbito de justicia y reparación.