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martes, 14 de enero de 2014

Palabras del Presidente Juan Manuel Santos durante la entrega del balance de la reconstrucción de Gramalote


“Un saludo muy sentido a todos ustedes. Estoy muy complacido de estar aquí. Quisiera comenzar además con una oración. Estuve el sábado en Yopal y el Obispo me dijo: ‘Le voy a entregar esta plegaria por la paz, que ojalá pudiera utilizarla tantas veces pueda en todas sus intervenciones, porque todos tenemos fe y queremos alcanzar la paz’. Es la Plegaria por la Paz de San Francisco de Asís y dice:
‘Señor, hazme un instrumento de paz. Que donde haya odio, sentiré amor. Donde haya injuria, perdón. Donde haya duda, fe. Donde haya desesperación, esperanza. Donde haya sombra, luz. Donde haya tristeza, alegría. Oh, Divino Maestro, concededme que no busque ser consolado sino consolar. Que no busque ser comprendido sino comprender. Que no busque ser amado sino amar, porque dando recibo. Perdonando es como tú me perdonas y muriendo en ti nazco para la vida eterna. Amén’.

Creo que es una buena forma de comenzar, porque aquí habla del perdón, y lo que quiero comenzar es pidiéndoles perdón a ustedes por la demora, la demora en haber hecho este acto y en iniciar la reconstrucción de este proceso.
Aquí hemos tenido todo tipo de dificultades, se nos han presentado todo tipo de obstáculos, pero hemos perseverado. Hoy estamos protocolizando el inicio, realmente, de la reconstrucción de Gramalote, después de tres años. Tres años son mucho tiempo, porque sé que han venido sufriendo todos los que fueron víctimas de este desastre. Pero más vale tarde que nunca, y sobre todo queremos hacer las cosas bien.
Cuando a mí me tocó posesionarme como Presidente de la República el 7 de agosto de 2010, al otro día me fui para La Mojana a afrontar lo que la doctora Cármen Arévalo acaba de mencionar: el peor desastre natural de nuestra historia. Esa ola invernal produjo daños como ningún desastre había producido en toda la historia de nuestra República.
Yo veía esos pueblos inundados, esos cientos de familias damnificados, decía: ‘¿Qué voy a hacer?’. Y Dios por fortuna me dio la fortaleza de ser ambicioso y les prometí a los colombianos, sobre todo a los damnificados, que haría todo lo posible porque ellos, al final de los esfuerzos que iba a hacer el Gobierno, estuvieran mejor que antes.
Utilizar esa filosofía china de convertir una crisis en una oportunidad. Y lleno de entusiasmo, con mucha gente del sector público y del sector privado, porque ahí se mostró el talante de los colombianos, creamos Colombia Humanitaria.
Y con mi señora y con mi familia, estábamos abrumados de la generosidad de la gente aportando a Colombia Humanitaria, que nos permitió darles a los damnificados, en parte, satisfacción a sus necesidades. Y comenzamos a crear proyectos por todo el país, sobre todo en aquellas áreas que habían sido más afectadas.
Creamos una institucionalidad para afrontar desastres de esa naturaleza hacia adelante. Nosotros no teníamos esa institucionalidad. El Congreso de la República nos aprobó una ley, que creó toda una institucionalidad que hoy es modelo en el mundo entero.
Otros países vienen a preguntarnos: ‘¿Qué han hecho ustedes en materia de institucionalidad y cómo es que están afrontando ustedes los desastres, porque nos han comentado que lo que hicieron con Colombia Humanitaria y lo que están haciendo con el Fondo de Adaptación es un verdadero ejemplo’.
Y fuimos muy creativos y aprendimos de otros países. Aquí vinieron de México, vinieron de Brasil, vinieron de Argentina, vinieron de Europa, de Estados Unidos, expertos para ayudarnos a construir esa institucionalidad que hoy tenemos.
Y vino también dentro de ese proceso el desastre de Gramalote. Yo sobrevolé Gramalote al otro día de ese desastre, y vi la magnitud del desastre. Yo no les puedo contar a ustedes, ustedes lo vivieron en carne propia. Nadie puede darles lecciones a ustedes que fueron los que realmente sufrieron, y los que han sufrido durante estos tres años las consecuencias de ese desastre.
Pero así como cuando me tocó afrontar esa ola invernal y decía: ‘Les prometo a los damnificados que van a quedar mejor que antes’, y están mejor que antes, todavía no hemos terminado ese proceso, pero muchos de los damnificados que no tenían vivienda hoy la tienen.
El 85 por ciento de los usuarios, de los beneficiarios de las casas gratis de una u otra forma son víctimas, o bien del desastre natural o víctimas del conflicto, porque nos propusimos en este Gobierno a reparar esas víctimas.
Y cuando logramos en el proyecto de Gramalote decir: ‘Vamos a reconstruir el pueblo’, a mí me dijeron: ‘No se comprometa con eso, es una aventura demasiado ambiciosa; más bien déles unos subsidios y hágalo lo que usualmente se hace, que es darles unos pañitos de agua tibia, darles algunos contentillos, y los damnificados pues que se busquen su futuro como puedan’.
Yo dije: No. Yo creo que, me acuerdo con el doctor Jorge Londoño, que era miembro del Fondo de Adaptación, dije: No, ¿por qué no nos comprometemos a reconstruir el pueblo? Me dijo, como buen paisa empujador, me dijo: ‘Hagámosle, Presidente’. Ahí fue cuando prometimos: ‘Vamos a reconstruir este pueblo’.
Ha habido todo tipo de dificultades, dificultades normales, a veces ineficiencias del propio Estado, ineficiencias del propio Gobierno, hubo un retraso enorme porque cuando estábamos escogiendo dónde íbamos a reconstruir el pueblo, hicimos una serie de estudios. Inicialmente nos dijeron que había una zona, Pomarroso se llama, donde se podía reconstruir.
Después, la Ministra me acuerdo que era Beatriz Uribe, encontramos el sitio, y ella se emocionó porque Ingeominas le había dicho, le había indicado que ese podría ser un sitio. Pero después, profundizando y haciendo las cosas bien, como queremos hacer en este Gobierno, el esfuerzo que estábamos haciendo tuvo las dificultades de que ese sitio, Pomarroso, no era el sitio adecuado.
Como lo dijo también la doctora Carmen Arévalo, ese sitio es un sitio con una tremenda inestabilidad, y entonces me dijeron: ‘Mire, pues los estudios técnicos que hicimos, luego de que se había hecho el anuncio de que podría ser ahí, nos dicen que ahí no debe ser. ¿Qué hacemos?’.
Yo dije: ‘Miren, no lo duden. Si los estudios técnicos no nos dan la seguridad de que, después de semejante esfuerzo que vamos a hacer, es el sitio adecuado, es mejor sonrojarse un día y pedir perdón y excusarse, a cometer el tremendo error, la tremenda irresponsabilidad de reconstruir semejante pueblo que sufrió ese desastre en un sitio de alto riesgo.
Encontramos, por fortuna, el sitio donde lo vamos a construir. Dijimos con el Fondo de Adaptación: Hagamos un proyecto bien hecho, con todas las de la ley, bien diseñado, bien planeado, para que esa promesa, que no solamente es reconstruir el pueblo, sino que la gente en el largo plazo quede mejor, viva en mejores condiciones de lo que estaban antes, se pueda cumplir.
Ese es el ejercicio que se ha venido haciendo. Se ha llevado con esmero, con las mejores mentes y los mejores profesionales. Y también en un proceso, que he dado con instrucciones muy precisas, que se incluyente, que tome en cuenta la voz de la comunidad, la voz de ustedes, que se consulte. Que sea un proceso donde todo el mundo sienta que participó directa o indirectamente, con el cual todo el mundo tenga alguna identificación. Porque es muy importante que el pueblo nazca bien.
Hemos querido hacer un proceso con esas características: algunos se pueden oponer, algunos pueden no gustarle equis o ye. Pero en términos generales, alcaldesa, creo que usted es testigo de que hemos querido hacer el proceso lo más incluyente posible. Y queremos hacerlo bien.
Yo además quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerles no solamente a los miembros de la Junta del Fondo de Adaptación que están aquí con nosotros: al doctor Pedro Gómez; al doctor Carlos Arcesio Paz, al doctor Antonio Celia, al doctor Jorge Londoño, que no nos acompañó el día de hoy pero que ha participado desde el primer día, al doctor Manuel Santiago Mejía, decirles que les agradezco enormemente, porque sé que le han puesto todo el corazón a que este proyecto se haga bien, se haga correctamente y se haga con las mejores especificaciones.
Lo mismo los constructores. Todos los que han venido participando son los mejores constructores que tiene el país. Y saben de este negocio y saben cómo construir o reconstruir. A ellos, que aquí también están presentes, les quiero agradecer. Aquí está con nosotros el doctor Carlos Arango, de la Constructora Bolívar; el doctor Roberto Moreno, de Amarilo; la doctora Amparo Polanía, de Colpatria, y por supuesto, a Camilo Santamaría, que acaba de hacer la presentación.
Yo les digo: no encuentran mejores personas para ser los responsables de esta reconstrucción, que estas personas que acabo de mencionar. Por eso yo me siento tranquilo, porque lo que estamos haciendo lo estamos haciendo correctamente.
Ya comienza el proceso. Hay todavía algunos problemas. Sé que, por las palabras de la doctora Carmen, sobre unos terrenos, hay algunas diferencias sobre los precios de unos predios que están comprando.
Yo lo que les pido al Ministro del Interior y al Ministro de Vivienda es que sean garantes de que los derechos de los propietarios se respeten y que les compren a un precio justo. Y que el precio sea justo. No les vamos a pagar un infierno de plata, pero tampoco los vamos a perjudicar: que sea justo. Ahí todo el mundo queda contento.
el proceso comienza y debe comenzar –ustedes vieron los planos- con todo el cuidado del caso. Las vías ya están garantizadas. Yo espero que Gramalote, cuando terminemos de construirlo, ustedes mismos, puedan decir: Hombre, realmente, en el fondo, aunque cuesta muchísimo desprenderse del hábitat donde uno ha vivido, cuando encuentra un hábitat mejor, ese desprendimiento pues deja de ser tan doloroso. Y que ustedes puedan sentir eso. Y que lo puedan sentir ojalá en los próximos dos años, cuando esto se termine ya definitivamente.
Yo quiero decirles además, decirle a usted, alcaldesa, lo que usted me mencionaba y me pedía: este no es un caso normal, y por consiguiente no le podemos aplicar el mismo rasero de reglas, de especificaciones, de requisitos, a la reconstrucción de Gramalote.
Me pedía usted, por ejemplo, que tiene unos problemas en materia de agua, porque la Superintendencia de Servicios Públicos no le da unas licencias o unos permisos, porque usted no está cumpliendo. ¿Pero cómo puede cumplir si Gramalote desapareció? Entonces ahí tenga la seguridad de que ese trato diferencial lo vamos a aplicar.
Y no solamente lo vamos a aplicar sino que vamos a hacer un esfuerzo adicional. Ministra de Transporte: aquí yo sé que usted ha hecho un gran esfuerzo. Aquí se le ha dado unos recursos que, proporcionalmente hablando, son mayores al resto de los municipios en materia de vías terciarias: 2 mil 300 millones de pesos.
Pero la alcaldesa dice, con razón, como me dicen todos los alcaldes: no es suficiente. Pero vamos a hacer un esfuercito adicional con Gramalote, ministra. Yo creo que usted puede comprometerse aquí ahora con ella y darle más recursos, más recursos para vías terciarias.
Porque yo entiendo perfectamente que uno tiene que vivir en un entorno. Y si el municipio, que es un municipio netamente agropecuario, y el campo prosperan, pues ese municipio va ser más próspero. Por eso también le ofrezco, alcaldesa, unos recursos adicionales en materia de proyectos productivos.
Y le ofrezco que la Federación de Cafeteros viene a lo que sea, el sector cafetero, a ayudarlos, por ejemplo, a comercializar –a raíz del desastre, convirtamos el desastre en una oportunidad–, un café especial. Y le encontramos un mercado especial para que les paguen más a los productores de café.
Ese tipo de oportunidades son las que quiero que ustedes, con nosotros y con todo el apoyo del Gobierno, las podamos aprovechar. Por ejemplo, ahora que veía el diseño: son 800 viviendas más otras 400, 1.200 viviendas, yo les ofrezco lo siguiente: esas 1.200 viviendas –los constructores saben perfectamente porque lo están haciendo en otras urbanizaciones-, conectémoslas todas al Internet, para que los niños y niñas tengan que vivan en esas viviendas, tengan acceso a la tecnología gratis.
Y de pronto Gramalote se vuelve también un pueblo con un gran potencial virtual. Y aquí traemos profesores para que los niños y las niñas aprovechen la tecnología. Y les ofrezco también el mejor computador que tenga el mercado en ese momento para cada uno de esos hogares, para que se puedan utilizar. Son pequeñas cosas, pequeñas cosas. Un esfuerzo mínimo pero que hace una gran diferencia.
Yo lo que quisiera es que tengamos una comunicación permanente, alcaldesa. Que usted casi que directamente conmigo, a través de –aquí está mi Secretaria Privada (Cristina Plazas), usted me vaya reportando cómo vamos avanzando. Porque yo quiero resarcir la demora que hemos tenido.
Por eso yo comenzaba esta intervención pidiendo perdón, porque créanme que para mí este es el proyecto que más horas de sueño me ha quitado. A mí me lo preguntaban hace algunos días en una entrevista: Ya después de 40 meses de gobierno, ¿qué es lo que le ha quitado a usted horas de sueño? Yo dije: por supuesto, muchos problemas que tiene el país. Pero hay un proyecto que para mí, hasta no verlo completado, terminado, no voy a dormir tranquilo, y en ese sentido, me quita horas sueño es Gramalote.
Por eso tengan la seguridad de que esto lo vamos a hacer. Lo vamos a hacer y lo vamos a hacer bien. Porque esa es la forma como estamos gobernando. Puede que nos demoremos un poquito más. Las obras de infraestructura que estamos haciendo, puede que nos demoremos un poquito más, pero las estamos haciendo bien.
Nosotros llevamos 200 años haciendo las cosas a la carrera. Por eso quedan a medio hacer. Por eso acaban costando seis veces o diez o 20 veces más de lo que se presupuestó. Por eso quedan mal hechas. Por eso, por ejemplo, en todas las obras de infraestructura que van a beneficiar enormemente a Norte de Santander, y usted lo sabe señor gobernador, el esfuerzo que estamos haciendo en este departamento, en todo el país en materia de infraestructura es enorme.
Ahora vamos a Cúcuta. Vamos a hacer el proyecto más importante que ha tenido Cúcuta, tal vez, desde la época del doctor Barco, cuando hicieron los anillos viales. El proyecto de agua, del acueducto, del alcantarillado que estamos probando, iniciando en Cúcuta, es el más grande que se está haciendo, pero lo estamos haciendo bien, para que la gente se pueda realmente beneficiar de ese acueducto. Y que quede además en Cúcuta abonado el terreno para su crecimiento, que hoy no tiene esa posibilidad precisamente por falta de agua.
Y así lo estamos haciendo en todas partes. Estamos tratando de cambiar este país, para bien, con los recursos limitados que tenemos, los estamos haciendo rendir de la mejor forma posible. Con ese criterio es que quiero que Gramalote se pueda reconstruir. A mí me produce una gran satisfacción que, así sea un poco tarde, nuevamente les pido disculpas, pero me produce una gran satisfacción ver que las cosas se están haciendo y se están haciendo bien.
Voy a poder a partir de hoy dormir un poco más tranquilo, porque veo que esto ya está encaminado en la dirección correcta. Y quiero que mantengamos esta comunicación permanente, este diálogo permanente, quiero que Gramalote efectivamente quede mejor de lo que estaba antes. Que ustedes, que sus hijos, sientan que hay un municipio que realmente tiene un gran futuro. Un municipio que va a tener en estos años un gran apoyo del gobierno, y que estemos sembrando aquí esa paz de la que hablábamos al comienzo de la oración. Muchas gracias”.

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