SE UNIERON PARA RESCATAR LA SONRISA DE VALENTINA

Dos policías y una Odontóloga Esteticista, se pusieron de acuerdo para rescatar la sonrisa de una adolescente, que, por cosas de la vida, la había perdido. 

Una noche de marzo como cualquier otra, el Intendente José Ferrer y su compañera Patrullera Marly Salinas, adscritos a la Policía de Infancia y Adolescencia de la Metropolitana de Cúcuta, visitando un hogar del ICBF, reciben la conmovedora noticia, que una adolescente había perdido accidentalmente un diente y por ese motivo su sonrisa había desaparecido.

Sin pensarlo y con el amor que profesan estos dos policías por su trabajo, activan una búsqueda, que, a pesar de parecer imposible, se proponen conseguir. Con la ayuda de DIOS, logran contactar a la odontóloga GIOVANNA DELGADO y su equipo de colaboradores, quienes una vez conocieron el caso, le abrieron las puertas a la adolescente, para que iniciara su tratamiento de rehabilitación oral; tras varios días de tratamiento y demostrando el amor por el servicio a la comunidad, finalmente entregan un parte satisfactorio; pues Valentina, tenía dibujada en su rostro, de nuevo, una bella sonrisa, llena de felicidad y agradecimiento, pues su recuperación fué maravillosa y sin ningún costo. 

El día 25 de mayo, fecha en la que cumple sus 15 años, Valentina luce, orgullosa, una bella sonrisa, hecho que ratifica la labor cumplida por parte de los dos uniformados y desde luego, del equipo odontológico.

Veinte días después, los policiales visitan a Valentina en su colegio y nuevamente se encuentran con la felicidad dibujada en su rostro. Esta vez, todo el equipo de colaboradores se reunió, ya no para trabajar en el caso, sino para celebrar por partida doble; pues la pequeña Valentina cumplió sus 15 primaveras y en una modesta celebración, en compañía de su nueva amiga la doctora Giovanna Delgado, le cantaron el happy birthday, le partieron una torta y la felicitaron. 

Todos recibieron por parte de la adolescente, una recompensa que no se mide en pesos, siendo más gratificante aún, y es el cariño y agradecimiento de los niños, niñas, adolescentes y familiares. 

Policías que cumplen bien su deber y manos solidarias que se unen para servir.