VIGILANCIA, PARTICIPACIÓN Y ACUERDOS, SOBRE TODO LO BÁSICO Y FRONTERIZO - Por : José Neira Rey

1.- El grado de indiferencia y pasividad ciudadana, ante los diversos hechos que se  vienen sucediendo sobre el presente y  futuro, de varios desarrollos, que tienen asiento en la ciudad  y que repercuten en varias áreas, es  verdaderamente impresionante, porque los entes públicos y privados, en lugar de propiciar acercamientos, en procura de  entendimientos, con los similares fronterizos venezolanos y para hallar políticas de Estado, que velen por el desenvolvimiento y desarrollo de las acciones que se deben cumplir, lo que están haciendo, es descabezar proyectos, como está ocurriendo con la Zona Franca de Cúcuta y aniquilar todo el esfuerzo que se cumplió, para dar vida a esta iniciativa que lleva 40 años de existencia. Y, lo hacen, sin valorar implicaciones, ni hallar alternativas, con el fin de evitar el colapso de un cierre de actividades. Y, más cuando los terrenos, que  son del Estado, fueron  aportados para realizar la iniciativa. Por eso, la inconsecuencia de haber donado cerca de 20 hectáreas, a la Policía Nacional, para un Edificio Administrativo y el error, de erigir el Centro de Convenciones, sobre lo que queda, cuando el Complejo Histórico de la Villa del Rosario, pide a gritos una atención y asistencia, de primer orden, para activar lo cultural y turístico, de tan importante referencia Latinoamericana.

Por todo esto, más la suma de muchas situaciones-INCLUIDA LA AUSENCIA DE ENCUENTROS QUE REANIMEN LO BINACIONAL FRONTERIZO - es por lo que puede afirmarse, que el mayor problema de Cúcuta y de la frontera, no es lo económico, si no: lo humano, por la falta de presencia y participación, en el análisis, evaluación y definición de situaciones y temáticas, que inciden y repercuten en todo y todos.

2.-Por eso, organizaciones como la Cámara de Comercio de Cúcuta, ameritan la mayor consideración, por el sector empresarial, gremial y laboral, dada la importancia de múltiples factores que califican y determinan a este ente de representación, control y proyección .Y, que debe ser ajeno, a todo intento de rosquísmo privado o político, porque si esto se inoculare, como se ha insinuado en algunas publicaciones, el daño sería inconmensurable. De ahí, el obligante compromiso ciudadano, de velar por lo propio. Y, del gobierno nacional, en escoger a sus representantes. Y, de los organismos paralelos, del sector venezolano.

3.- Y, una referencia como la advertida, igualmente conduce a que la escogencia de nombres para los cargos de mayor responsabilidad, se haga con gran transparencia y escogiendo los candidatos, dentro de aquellos, que pueden obrar con mayor acierto, en orden a sus conocimientos y a la sana y honesta proyección de su vida.

Esos pasos, son los que pueden dar firmeza, a la presencia ciudadana y a la conformación de acciones y conductas transformadoras, que penetren en toda la estructura y aceleren el cambio y la renovación de cuadros, que es exigente, en todo el marco y panorama, de la dirigencia regional y fronteriza. Y, todo esto, sin olvidar, la comprometedora relación fronteriza y la conveniencia de mantener un intercambio amable, responsable y con respaldo en auténticas y ejemplarizantes políticas de Estado, que precisen y definan lo auténtico y real, de lo efímero y circunstancial.  Sí, porque hay vacíos y  hace falta: Presencia, participación y esencialmente: Unión, labor en equipo y valoración de acciones y conductas positivas.

Además, porque  : la vecindad, la ubicación geoestratégica   y todo lo alusivo a la historia en lo social, económico y político, hace de la fraternidad Colombo-Venezolana, un emporio de opciones, para estructurar un mejor futuro y unas buenas y mejores relaciones : Ahora y a toda hora. Y, para lograr Acuerdos, sobre : Los Derechos de Uso y las acciones de convergencia para el común desarrollo.