¿POR QUÉ, NO IDENTIFICAR Y SUPERAR, NUESTRA MARGINALIDAD Y ERRORES REGIONALES Y FRONTERIZOS?

Por: José Neira Rey

1.- Si se hiciera una ordenada y responsable  consulta sobre la situación general de la región y de la frontera, obviamente las  temáticas relacionadas, con : la seguridad, la corrupción, el agua, la infraestructura  básica vial y de servicios,,el desempleo, la salud y la necesidad de un cambio o transformación estructural aflorarían de inmediato, porque la necesidad de una orientación más acorde con las opciones y alternativas exige una gestión directiva renovada, dinámica y perseverante, que genere mayor cohesión, participación y presencia en todos los lugares.

Y, esa averiguación, igualmente coincidiría, en la separación que es ostensible y manifiesta, entre las generaciones antecesoras  y las actuales, porque contrario a lo que ocurre en muchas regiones de Colombia, aquí, se ha  olvidado a los pioneros o  patriarcas, que desempeñaron un  gran  papel en su obrar y que con mejor criterio, pueden valorar, si lo que se está haciendo, verdaderamente va  a lo profundo y esencial de lo que se pide a gritos. ¿Por qué no convocarlos y escucharlos? ¿ Por qué no hacer de la historia y del presente, un otear del futuro?

Y, lo inocultable, como lo podrían refrendar todas las generaciones y personas en general, ante la simple observación y seguimiento de los hechos, es el aislacionismo que viene haciendo manifestaciones  abiertamente negativas, dadas las dificultades para vincularnos y asociarnos con los cuatro puntos cardinales y en especial, con nuestros socios mayores  : Santander, El Cesar, Boyacá, Casanare, Arauca y obviamente  Venezuela, que por su importancia ,debieran  ser objeto de una gestión  identificadora y propulsora de acciones, más acorde, que permitiera aprovechar los recursos  existentes y las ventajas comparativas, que en intercambios y acciones como partidas, seguimos sin aprovechar y proyectar, como si lo logran las regiones que se han compactado, como : Antioquia, el Valle y La Costa.

2.-Por otra parte, constituye error y   una obligación inexcusable, que debemos remediar, el no actualizar  un  inventario de posibilidades ,sobre todo lo que constituye nuestra realidad regional o provincial, incluyendo no solo a Cúcuta, sino todo aquello que pide y anhela Ocaña, Pamplona  y nuestros municipios, que no  se recuerdan, cuando se mide y pulsa, lo que significa y representa, nuestra identidad y espíritu de pertenencia, en términos de ligamentos, interdependencia, fraternidad y  coparticipación  en el desarrollo.  

3. – Y, en  relación con Venezuela, hay unas omisiones e inconsecuencias increíbles, que son parejas a las que se están sintiendo en los vecinos  Táchira y El Zulia, porque al no valorar, ni colocar la primacía que representa  el obrar coaligadamente en procura de un  mejor vivir y en  crear fuentes compartidas de empleo y para  dinamizar el desarrollo comercial, agrícola, ganadero  e industrial, como podría lograrse, mediante ACUERDOS BINACIONALES, que nacieran de transformadoras políticas de Estado, que hagan de los contactos fronterizos, verdaderas áreas de producción y progreso. Y, esto ,porque la iniciativa debe nacer de nosotros.

A propósito  ¿Cuánto hace, que no se reúnen comerciantes, industriales y empresarios en general, con sus similares fronterizos, para  dar vida y camino a entendimientos mayores? ¿Y,  las Universidades?   Se puede argumentar, que hay complejidades, pero lo que no puede olvidar, es que para siempre, estaremos uno y otro, al lado.

Y, por ello, debemos ser inteligentes  y   respetando  las diferencias, NO SER inferiores, ni omisos, en nuestro mejoramiento integral   y en la defensa de nuestro mutuo porvenir.