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“El trabajo adelantado por la Secretaría de Desarrollo Social, busca establecer caminos para salir de la informalidad”
Orientar el fomento empresarial y laboral de la ciudad, es uno de los lineamientos expuestos por el Alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez-París Lobo, como una de las múltiples opciones para lograr la reubicación de todos aquellos que ejercen el comercio en las calles del centro de la ciudad, razón que motivó la realización de la caracterización socioeconómica de los vendedores informales del centro de San José de Cúcuta, por parte de la Secretaría de Desarrollo Social.
Orientar el fomento empresarial y laboral de la ciudad, es uno de los lineamientos expuestos por el Alcalde de Cúcuta, Donamaris Ramírez-París Lobo, como una de las múltiples opciones para lograr la reubicación de todos aquellos que ejercen el comercio en las calles del centro de la ciudad, razón que motivó la realización de la caracterización socioeconómica de los vendedores informales del centro de San José de Cúcuta, por parte de la Secretaría de Desarrollo Social.
“La informalidad no es exclusiva de ningún grupo poblacional específico, por tanto era necesario identificar la composición de la informalidad en la ciudad, pudiendo así, ésta administración crear una líneas estratégicas amplias y suficientes que impulsen la formalización en la ciudad” señala Jairo Hernando Pulecio Franco, Secretario de Desarrollo Social del Municipio, en el resumen ejecutivo del estudio adelantado.
El estudio tomó como muestra representativa de la población total informal, a los reubicados en el Parque Lineal. Así, el grupo investigador visitó 550 personas informales y pudo identificar que la informalidad no es una cuestión de género, el 48 por ciento de los hombres ejercen una actividad informal y el 52 por ciento de las mujeres se dedica a esta actividad.
Para la población encuestada, lo más seguro es que no consigan cambiar de actividad porque ya están acostumbrados a realizarla, lo asegura el 18 por ciento que lleva más de 20 años y el 49 por ciento solo con más de 10 años.
Las actividades a las que principalmente se dedican los vendedores informales, corresponden a la venta calzado y marroquinería, con el 20 por ciento y el 25 por ciento ropas y accesorios de vestir. Los alimentos constituyen otro renglón importante, el 14 por ciento, con la particularidad de ser contrabando, aprovechando el diferencial cambiario que tiene el peso frente al Bolívar.
Casi la totalidad de los informales, precisa la investigación, un 96 por ciento, presenta una baja escolaridad. El 55 por ciento, solo tiene estudios primarios y el 41 por ciento algunos secundarios. Tan solo, un 6 por ciento, tiene estudios técnicos y ninguno ha ingresado a la universidad. Más la investigación pudo detectar que un 15 por ciento de esta población, estaba dispuesta a realizar una actividad diferente.
De los 550 entrevistados, 227 manifestaron pertenecer a Asovicut, 87 a Sintracoin, y a Asoveparme y 235, dijeron no estar en ninguna asociación.
La investigación confirmó que la población informal encuestada, se podría catalogar como vulnerable, pues el 68 por ciento se encuentra en Sisben 1 y el 24 en Sisben 2. Esto significa que puede ser objeto de múltiples políticas del Gobierno Nacional por intermedio de la Red Unidos.
A pesar de estar en ésta situación, el 43 por ciento dijo residir en casa propia y 46 por ciento reportaron el pago de arriendo en vivienda.
El estudio tomó como muestra representativa de la población total informal, a los reubicados en el Parque Lineal. Así, el grupo investigador visitó 550 personas informales y pudo identificar que la informalidad no es una cuestión de género, el 48 por ciento de los hombres ejercen una actividad informal y el 52 por ciento de las mujeres se dedica a esta actividad.
Para la población encuestada, lo más seguro es que no consigan cambiar de actividad porque ya están acostumbrados a realizarla, lo asegura el 18 por ciento que lleva más de 20 años y el 49 por ciento solo con más de 10 años.
Las actividades a las que principalmente se dedican los vendedores informales, corresponden a la venta calzado y marroquinería, con el 20 por ciento y el 25 por ciento ropas y accesorios de vestir. Los alimentos constituyen otro renglón importante, el 14 por ciento, con la particularidad de ser contrabando, aprovechando el diferencial cambiario que tiene el peso frente al Bolívar.
Casi la totalidad de los informales, precisa la investigación, un 96 por ciento, presenta una baja escolaridad. El 55 por ciento, solo tiene estudios primarios y el 41 por ciento algunos secundarios. Tan solo, un 6 por ciento, tiene estudios técnicos y ninguno ha ingresado a la universidad. Más la investigación pudo detectar que un 15 por ciento de esta población, estaba dispuesta a realizar una actividad diferente.
De los 550 entrevistados, 227 manifestaron pertenecer a Asovicut, 87 a Sintracoin, y a Asoveparme y 235, dijeron no estar en ninguna asociación.
La investigación confirmó que la población informal encuestada, se podría catalogar como vulnerable, pues el 68 por ciento se encuentra en Sisben 1 y el 24 en Sisben 2. Esto significa que puede ser objeto de múltiples políticas del Gobierno Nacional por intermedio de la Red Unidos.
A pesar de estar en ésta situación, el 43 por ciento dijo residir en casa propia y 46 por ciento reportaron el pago de arriendo en vivienda.
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