Desactivan explosivo que paralizó a Ocaña por más de seis horas

Técnicos antiexplosivos de la Policía desactivaron en la tarde del domingo un paquete bomba que había sido abandonado desde las 6:30 a.m. en el barrio Santa Clara, en el norte de Ocaña (Norte de Santander), al parecer por un grupo armado ilegal.

El coronel Eliécer Camacho, comandante de la Policía de Norte de Santander, dijo que se trató de un paquete que contenía un kilo del explosivo R-1, sin ignición para ser activado, que fue dejado frente a la cancha sintética de fútbol cinco 'Maracaná', que aún no ha sido inaugurada, y cuyo dueño reside en Bucaramanga. Sobre la pared pintaron un aviso que dice "Eln bomba".

El centro de recreación está ubicado en la carrera 46 con calle 5A, detrás de la escuela urbana del barrio Santa Clara y en un sector residencial.

"Hablamos con el propietario del establecimiento deportivo privado y nos dijo que había recibido una llamada exigiéndole dinero, pero él dice que no va a cancelar ningún dinero de chantaje o extorsión, ni nada por el estilo, entonces, al parecer, le dejaron esa caja como advertencia, pero lógicamente nuestros hombres que no tienen la especialidad de explosivos no pueden proceder a tocar la caja", explicó Camacho.

Según el oficial, el sitio fue acordonado por la Policía desde las 6:30 a.m. y las casas desalojadas por prevención, hasta la llegada de los expertos en este tipo de elementos, casi sobre la 1:30 p.m. "Lo que pasa es que los técnicos antiexplosivos los mantengo en Cúcuta", advirtió el comandante de la Policía, quien dijo que junto al Gaula tomarán la denuncia del dueño del establecimiento privado.

El alcalde de Ocaña, Jesús Antonio Sánchez Clavijo, censuró las intimidaciones y solicitó el aumento del pie de fuerza. "Primero fue en la zona rural del Catatumbo, ahora ocurre en el casco urbano de Ocaña y estamos preocupados. Por cuarta ocasión solicito aumento de la Fuerza Pública, antes que se salga de las manos la situación", dijo el mandatario local.

Sánchez instó a los violentos que cese su accionar y no vayan a atentar en aquellos sectores donde viven personas humildes.

Por su parte, Samir Fernando Casadiego Sanjuán, personero de Ocaña, rechazó la instalación de este tipo de  artefactos. "La gente debe denunciar cualquier movimiento sospechoso, ya que los buenos somos más", precisó.