La Dirección
Territorial de la Unidad de Restitución de Tierras (URT) en Norte de Santander acaba
de notificar que otorgó a la beneficiaria Edy Correa Arévalo el primer proyecto
productivo urbano del municipio de Ábrego, el cual está encaminado a la
comercialización de electrodomésticos y otros elementos de uso casero, y se
convierte en sustento económico para ella y su familia.
Para
este caso, el Juzgado Civil Especializado en Restitución de Tierras de Cúcuta
ordenó, a través de una sentencia, la restitución de su predio a través de la
compensación. Esto implica que la beneficiaria recibió una vivienda de
similares características a la que perdió en el pasado, pero en un municipio
diferente del que fue desplazada a raíz de hechos violentos e intimidaciones en
su contra.
Los sucesos
se remontan al año 2013, en la vereda El Suspiro del corregimiento de Palmarito,
en zona rural de Cúcuta, donde la joven Edy Correa Arévalo vivía con sus padres.
Allí llegaron grupos paramilitares para ejercer el control de la venta ilegal
de gasolina y el paso de este combustible hacia Venezuela por las trochas que
existen en la zona.
Durante
ese tiempo, uno de los comandantes del grupo armado empezó a visitar a Edy, que
en ese entonces tenía 15 años, para convencerla de que se fuera con él y se
uniera a los paramilitares, a lo que sumó la entrega de regalos y dinero para
lograr su cometido. Pero ante la negativa de Edy, las cosas para ella y su
familia se convirtieron en un calvario, pues las intimidaciones y amenazas eran
diarias, al punto de ordenarles que se fueran de la zona en un lapso de 24
horas.
“Nosotros
vivíamos muy asustados, y cuando todo eso pasó, a mí me mandaban mensajes en los
que me decían que yo me tenía que ir de la vereda, o si no que me iban a matar.
Todo eso pasó porque yo no quise irme con ellos, porque me querían llevar a la fuerza,
pero yo les dije que no, por eso tuve que huir de ahí para salvar mi vida”,
relató la hoy beneficiaria.
La directora territorial (e) de la URT en Norte de Santander,
Martha Liliana Arévalo Acevedo, explicó que después de la solicitud realizada por Edy, el 16 de julio de 2023 el
Juzgado Especializado en Restitución de Tierras de Cúcuta falló a su favor: “por
lo cual le adjudicó una vivienda en el municipio de Ábrego, en la cual
implementar su proyecto productivo que consta de un local comercial para la
venta de neveras, televisores, colchones, estufas, lavadoras, licuadoras y cubiertos.
Esto es un mandato del Gobierno Nacional: le estamos cumpliendo a las víctimas
de despojo y abandono forzado de tierras”.
Arévalo explicó que la cuantía de la entrega del proyecto productivo urbano para esta beneficiaria suma 29 millones de pesos, que fueron invertidos en la compra de los electrodomésticos y colchones, menaje, un escritorio, una silla giratoria, un computador portátil y vitrinas; además de la adecuación del local, que fue refaccionado por completo con paredes, pintura, cielo raso y lámparas, lo que se convierte en un proyecto de reparación integral para la familia.
Por su
parte, la beneficiaria expresó su emoción tras recibir el apoyo de la URT con
el proyecto productivo urbano: “yo todavía no lo puedo creer. Yo pienso que
esto es un sueño, que me hayan dado mi casa y que yo pueda trabajar acá mismo
en lo que me gusta. La sentencia salió un 16 de julio, día de la Virgen del
Carmen, por eso soy devota de la virgencita. Ahora vivo en paz y mi objetivo es
trabajar duro con mi familia para salir adelante en este emprendimiento tan
importante. Además porque esto es una novedad en Ábrego y con la ayuda de Dios
y la Virgen, nos va a ir muy bien”.
Actualmente, en Norte de Santander se encuentran en trámite 11 proyectos productivos urbanos, uno para Tibú y 10 en Cúcuta, los cuales, al igual que el de la beneficiaria de Ábrego, se adjudican a los restituidos basados en su vocación e interés, por lo que los emprendimientos venideros están relacionados con medios de transporte, salas de belleza y confección de telas, entre otros.
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