Los jóvenes de las zonas rurales del país necesitan ser reconocidos como actores clave en la construcción de un futuro sostenible y próspero en el campo, lo que requiere de una acción coordinada del Gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, según lo plantea el análisis “Juventudes Rurales: Desafíos en Políticas Públicas, una Mirada Conjunta Colombia-Brasil”.
“La realidad de los jóvenes del campo es que muchos migran a las zonas urbanas para buscar nuevas oportunidades. Ellos han visto cómo sus abuelos, sus padres y sus madres han sufrido la situación agropecuaria y conocen de primera mano las dificultades frente al clima, el suelo y varios factores que los alejan de querer esta realidad para ellos”, afirmó Emmanuel Quiroga, investigador y profesor de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario, en la antesala de la celebración del Día del Campesino, que se conmemora este domingo 2 de junio.
Aunque Colombia ha implementado iniciativas en políticas públicas para el desarrollo de los jóvenes rurales, todavía es necesario comprender y articular estas acciones desde las realidades de los territorios rurales del país. En este contexto, la publicación señala que "no se puede entender la construcción de programas y políticas de manera exclusiva desde la racionalidad de los tomadores de decisión. También es necesario incorporar la forma en la que diversas iniciativas desde la sociedad civil visibilizan y posicionan la demanda de inclusión de las juventudes rurales como sujeto de intervención en programas y políticas".
Para Quiroga, quien es uno de los autores del análisis, lo primero que hay que preguntarse es qué quieren los jóvenes rurales. Muchas veces se asume que, por vivir en el campo, estos van a desempeñarse en empleos agrícolas, lo que conlleva a que la mayoría de instituciones diseñen programas y acciones para formarlos únicamente en esta área, dejando de lado otras áreas del conocimiento que son de su interés.
Robinson Poveda Ramírez, joven rural de Usme y líder en Fundación Guiando Territorio, afirma que “los jóvenes migran a las grandes ciudades buscando un futuro estable”. Agrega que “es necesario que las políticas públicas se orienten a cubrir las necesidades de los jóvenes de estas áreas, formuladas en los contextos del territorio y entendiendo que todos no son iguales”.
Según el investigador, “los jóvenes rurales migran en búsqueda de nuevas oportunidades, sin embargo, en muchos casos no encuentran empleo o no están formados para otras áreas, lo cual contribuye a un fenómeno de envejecimiento en las zonas rurales, con una disminución de la población joven y una mayor dependencia de la mano de obra adulta y de hombres en el sector agrícola”.
Datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), indican que aproximadamente el 30 % de la población rural del país está conformada por personas menores de 30 años, lo que representa un segmento significativo y crucial para garantizar la sostenibilidad y el futuro no solo de la agricultura, sino también de los saberes culturales, sociales y las tradiciones rurales en el país.
Sin embargo, a pesar de su importante presencia en las zonas rurales, los jóvenes de estos territorios enfrentan una serie de desafíos que limitan su participación activa y su acceso a oportunidades de desarrollo. "Muchos jóvenes rurales carecen de acceso a educación de calidad y oportunidades de formación técnica, lo que limita sus posibilidades de desarrollo personal y profesional", anotó Quiroga.
El profesor también señala que "se asume que cuando los jóvenes rurales migran no volverán a sus orígenes o territorios y no es del todo así. Las investigaciones muestran que muchos de ellos vuelven a estos lugares que les permiten desarrollar estilos de vida más tranquilos, familiares y alineados con su cultura".
Juventudes rurales en el desarrollo y la revitalización del campo
Para abordar estos desafíos, se requiere una acción coordinada por parte del Gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y el sector privado, con el fin de desarrollar políticas públicas inclusivas que empoderen a las juventudes rurales y promuevan su participación activa en el desarrollo rural. Esto incluye la implementación de programas de educación y formación técnica adaptados a las necesidades del sector agrícola, pero que también puedan formarse en áreas de sus intereses.
El académico de la Universidad del Rosario agrega que “es fundamental que las juventudes rurales sean reconocidas como actores clave en la construcción de un futuro sostenible y próspero en el campo colombiano. Su creatividad, innovación y espíritu emprendedor son activos valiosos que pueden contribuir al desarrollo económico, social y ambiental de las zonas rurales del país”.
El análisis "Juventudes Rurales: Desafíos en Políticas Públicas, una Mirada Conjunta Colombia-Brasil" fue elaborado por Emmanuel Quiroga Rendón, de la Universidad del Rosario; Leonardo Rauta, profesor de la Universidad Federal Rural de Rio de Janeiro y Diana Goyes Valencia, profesora de la Corporación Universitaria Minuto de Dios.
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