Actualmente con el uso de las pantallas, los niños tienden a hacer poca actividad física. La OMS nos habla de datos alarmantes: 1 de cada 4 niños entre los 5 y los 12 años presenta exceso de peso, es decir, alrededor de 41 millones de niños y niñas en todo el mundo.
Durante las últimas tres décadas, esta condición ha mantenido un aumento sostenido en Latinoamérica, al pasar de 6,2 por ciento, en 1990, a 7,5 por ciento, en 2020, en niños y niñas menores de 5 años. Esto significa un incremento de 400 mil niños y niñas con sobrepeso, que en total alcanzó casi 4 millones en 2020.
"La manera de motivar a los niños a realizar actividad física en vacaciones es jugando con ellos, llevándolos a hacer las actividades y diligencias en la calle con los padres, tener horas de ir a pasear a algún parque y lo más importante, hacer nosotros (los adultos) actividad física como ejemplo, mostrarles que nos gusta movernos, bailar, subir escaleras, cocinar, caminar, limpiar etc.” afirma Lina Rodríguez, especialista en Psicología del Deporte y el Ejercicio, Universidad El Bosque.
La actividad física permite que los niños tengan mejor descanso, gestión emocional, regulación fisiológica de los ciclos de sueño y apetito, regulación del peso y de los procesos de crecimiento y nutricionales. Potencia procesos atencionales, de memoria, solución de problemas y toma de decisiones y sobre todo construye el hábito para el futuro.
"Junto a sus hijos haga una lista de las actividades que van a hacer durante las vacaciones que incluya organizar el cuarto, la ropa, ayudar en casa con algunas cosas, depende de la edad incluir los videojuegos, lectura libre o salir al parque y puede incluir, algunos días o franjas horarias de estar sin aparatos electrónicos. Incluya todas las actividades obligatorias y no negociables y las negociables que él proponga, participe activamente de todas las actividades que pueda.” agrega Rodríguez
Los deportes son una actividad positiva para vacaciones porque los niños desarrollan habilidades para trabajar en equipo, comunicación y valores. Cuando los niños participan en competencias deportivas, es importante indicarles cómo se maneja la frustración, hablar de ella abiertamente y enseñarles a identificar cómo se llama lo que están sintiendo dependiendo de la edad. Los niños suelen imitar los comportamientos de frustración de los papás. “Si ve que sus hijos no se divierten en competencia o en estas actividades ofrézcale otras opciones, converse con ellos y escúchelos sin querer cambiarlos” añade Rodríguez.
Otras alternativas aparte del deporte pueden ser enseñarles a los niños lo que generaciones pasadas jugaban, nuevos juegos y desarrollar nuevas habilidades como cursos de pintura, interpretación de un instrumento o clubes vacacionales.
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