Niños de Norte de Santander con cáncer pueden acceder a hogar de paso en Bogotá mientras reciben tratamiento

A sus 11 años lo que comenzó con un agudo y constante dolor de rodilla se convirtió para Zuleidy y para su familia en la peor de sus pesadillas. No conforme con el primer diagnóstico que le decía que eso se curaba con una inyección, Ilda Espinel, su mamá, insistió con la EPS para que le autorizaran una radiografía y con solo lo de la buseta acudió a la cita en un centro médico de Ocaña.

Cuando llegó el resultado su mundo se vino abajo: su niña tenía un osteosarcoma, un tipo de cáncer de huesos que de no ser tratado con urgencia ponía en peligro su vida, por lo cual fue remitida a Bogotá para ser tratada en el Instituto Nacional de Cancerología. Entre familia y amigos reunieron unos pocos recursos, pero al llegar a la capital se dieron cuenta que el tratamiento podría tardar hasta 2 años y no tenían cómo mantenerse en la ciudad. Fue entonces cuando una trabajadora social del INS las puso en contacto con Opnicer y hoy, cuatro años después, aunque continúa asistiendo a controles, ya logró superar la enfermedad.

Como el caso de Zuleidy, al año se diagnostican cerca de 2.200 casos nuevos de cáncer en menores de edad en todo el país y la mayoría de los niños y sus familias no cuentan con los recursos para vivir en Bogotá mientras los niños son atendidos.

Para responder a esta necesidad hace 21 años se creó la Organización de Padres de Niños con Cáncer y Enfermedades Relacionadas (OPNICER) una fundación sin ánimo de lucro que apoya un promedio de 426 niños y sus familias al año provenientes de 14 departamentos y 38 municipios del país, brindándoles albergue, alimentación y otros servicios mientras reciben su tratamiento.

“Entre los servicios que ofrecemos a nuestros beneficiarios está el apoyo emocional, psicológico, académico y jurídico que puedan necesitar. Adicionalmente, con la creación de nuestro albergue y hogar de paso, ubicado estratégicamente a solo a media cuadra del Instituto Nacional de Cancerología brindamos hospedaje y alimentación a los pacientes menores de edad y acompañantes que lo requieran”, explica Jorge Abisambra, director de OPNICER.

¿Cómo pueden acceder?

La forma como pueden acceder a los servicios de la Fundación Opnicer es mediante del Instituto Nacional de Cancerología en Bogotá, a través de los siguientes pasos:

● El acudiente del paciente debe indicar a la entidad de salud que se encuentra en dificultades para garantizar el inicio o la continuidad del diagnóstico o tratamiento por falta de alojamiento en la ciudad .

● A través de un trabajo conjunto con el INC se realiza un levantamiento sociodemográfico de la situación del paciente y su familia, en el cual se encuentran elementos tales como pocos recursos económicos, que no conozcan Bogotá y no tengan familiares o amigos que le brinden ayuda.

● Al evaluar dichas situación se ofrece la posibilidad de albergue en función del tiempo que requiera el tratamiento.

● En algunos otros casos de excepción también atendemos niños y sus acudientes que están siendo atendidos en otros hospitales y que por supuesto se verifique la necesidad de ayuda.

El funcionamiento de la fundación

Los tratamientos contra el cáncer representan una carga costosa para las familias, ya que incluye cirugías, radioterapia, quimioterapia, terapias dirigidas, medicamentos especializados, entre otros, que en familias de escasos recursos puede ser abrumador.

Por lo tanto, para garantizar la calidad de vida de los pacientes y la continuidad de sus tratamientos se obtienen donaciones que realizan compañías benefactoras, apunta a la realización de bingos y un torneo anual de golf que en su última edición recaudó fondos por un total de $133 millones de pesos.

Para apoyar a esta buena causa, se puede acceder al portal web www.opnicer.org, o participar en los eventos de recaudación de fondos de OPNICER.