La
modernización de la banca retail, orientada al consumidor final, hace
tiempo que comenzó a ser una prioridad para las entidades financieras. Para
finales del 2022 el reporte de Digital Banking Maturity de Deloitte, destacó la performance digital y
el customer journey de la banca minorista colombiana.
Sin embargo, la banca empresarial no presenta el
mismo diagnóstico y en la actualidad los procesos que deberían ser ágiles se
presentan como un verdadero problema para los clientes del segmento corporate.
Frente a este panorama, Veritran, compañía
especialista en soluciones digitales para la industria financiera, explica la
importancia de también digitalizar este segmento específico y la oportunidad
que representa para los bancos.
El histórico relegado
La digitalización de la banca empresarial sigue
siendo una cuenta pendiente en América Latina en general, y en Colombia en
particular. Los clientes todavía dependen de la atención presencial y del
oficial bancario, ya que muchas veces y como consecuencia de sus canales
digitales -en algunos casos- obsoletos, los procesos que se comienzan de forma
online deben finalizarse en la sucursal. También sorprende la fuerte exigencia de
documentación física que obliga a acercarse al banco.
“Esto es impensado en la era digital en
la que vivimos, donde cada vez más se tiende a la atención virtual 24/7 y a la
mayor autonomía de los usuarios. En un mercado hiper competitivo, es crucial que los
bancos acompañen la transformación digital en todos los sectores, así como las
nuevas demandas de los clientes del segmento comercial”, sostiene Daniel Aguilar Arias, VP de Desarrollo de
Negocios de Veritran en LATAM.
Esta realidad deja ver que la
revolución digital de este segmento quedó en stand-by. Pero lo cierto es que la tecnología está preparada para
garantizar gestiones seguras y simplificar procesos que involucran a las
cuentas de empresas. Entonces, ¿por dónde empezar?
Onboarding digital
Hoy resulta claro que dar de alta a los usuarios de manera virtual, a través de un proceso 100% digital de manera simple y segura, es lo más efectivo. “De esta forma, se aligeran los procedimientos, se acortan los tiempos y se limita la concurrencia a sucursales. Ni hablar de costos y reducción de residuos. Por eso el onboarding digital es tan importante”, afirma Aguilar Arias. Sin embargo, el onboarding digital para el alta de clientes no es nada común en este segmento, lo que genera que hoy en día el enrolamiento digital sea una de las experiencias con mayor fricción en la banca empresarial.
La simplicidad es la clave en este proceso. Si los pasos a seguir son complejos y presentan fallas en la experiencia de usuario, generan una caída ya que los clientes abandonan la gestión. Asimismo, se debe garantizar la máxima seguridad gracias a la combinación de mecanismos como la biometría 3D o dobles factores de autenticación como el soft-token, algo clave para las empresas que buscan protegerse de ciberataques, sobre todo teniendo en cuenta los importantes volúmenes de información valiosa que manejan las cuentas comerciales.
Modernización de los canales
digitales
En la banca empresarial, el portal web es el canal más utilizado
porque permite asistir a los usuarios en todas las gestiones con el banco. Sin
embargo, las tareas más recurrentes -como el pago a proveedores o empleados con
nómina-, suelen tener una experiencia de usuario complicada.
“Es esencial proponer procesos ágiles, personalizados y seguros.
Estamos viviendo en la era de la inmediatez, en la que cada vez se valora más
el tiempo y los usuarios no quieren esperar demasiado para poder operar con el
banco”, describe Aguilar Arias, y sostiene que es necesario
crear una plataforma que permita visualizar una gran cantidad de contenidos,
gestionar múltiples operaciones y simplificar la carga de formularios extensos
de forma virtual y en pocos minutos.
Si se apuesta por la modernización, también es posible incluir la
aplicación móvil como canal complementario. Aunque todas las gestiones
normalmente se realizan desde la página web del banco, la app móvil permite
llevar a cabo tareas simples como consultas básicas de los productos bancarios
o realizar acciones rápidas de poca complejidad.
La banca mayorista es
un nicho históricamente relegado. Debido lógicamente a
la menor cantidad de cuentas comerciales que existen en comparación con las
cuentas minoristas, siempre se ha priorizado la modernización de esta última. Sin embargo, Aguilar Arias
pronostica un buen panorama para el segmento: “el negocio mayorista no sólo
es rentable para los bancos,
sino que incluso actualmente está en alza, por lo cual la
digitalización ahora más que nunca se vuelve una necesidad”. Así lo afirma Celent,
según el cual el 57% de los bancos definen a los canales de business banking como
prioridad de inversión en 2023.
La transformación digital de la banca está atravesando un periodo bisagra que definirá su posición en la industria. Las decisiones que se tomen al respecto serán clave a corto plazo para mantener su liderazgo en segmentos tan estratégicos como lo es el de la banca empresarial.
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