Un Sábado Santo del año 2003, tras la bendición del Padre y justo después de decirles a los feligreses “pueden ir en paz”, la vida de Atanael Celis, de su esposa Smith García de Celis y de sus cuatro hijos, cambió radicalmente, allí a las afueras de la Iglesia del corregimiento La Carrera del municipio de Cáchira en Norte de Santander, con las palabras amenazantes de alias ‘Chiqui’, quien fuera comandante paramilitar del Bloque Bolívar Sur que operaba en esta zona.
En el parque de este corregimiento, ya era frecuente que alias ‘Chiqui’ y sus lugartenientes organizaran reuniones, aprovechando que la romería salía en masa del templo, espacio que era propicio para anunciarles las acciones que la población debía desarrollar en la semana siguiente, como trabajos de tala, pago de extorsiones y el turno de quienes debían dejar sus predios, como los Celis García, a quienes les dieron ocho días para abandonar dos fincas que alcanzaban las nueve hectáreas.
El temor, el afán y la necesidad de preservar la integridad de todo el hogar, los llevó a vender por $16 millones sus tierras, con cultivos de caña, plátano, yuca, fríjol, maíz, alverja, algunas reses y porcinos, recursos que les sirvieron para viajar a Girón (Santander), a donde llegaron a casa de un familiar, quien los orientó para buscar un espacio pequeño en arriendo.
“Allá nos tocó empezar de nuevo, ir de finca en finca buscando trabajo en lo que fuera y sobrevivir con nuestros hijos”, comentó doña Smith, quien hoy, con 62 años de edad, junto a su esposo, de 70, sienten como un renacer y una alegría, poder volver a su tierra, de acuerdo al mandato judicial del Tribunal Especializado de Restitución de Tierras, el cual profiere –por primera vez- una sentencia de restitución en el municipio de Cáchira.
La sentencia indica que tanto los predios como las casas deben ser restituidas a la familia, aspecto que contará con el apoyo de actualización catastral por parte del IGAC y el acompañamiento de la Policía y el Ejército el día en que se vaya a hacer la entrega material, fecha que está por definir de acuerdo con la normatividad de la emergencia sanitaria causada por la COVID-19.
Además, la Unidad de Restitución de Tierras otorgará un proyecto productivo que previamente tendrá un estudio de suelos para verificar qué es lo más apropiado que se le debe asignar a la familia, teniendo en cuenta su vocación e intereses, con el fin de generar empleo e ingresos en el sector rural.
El mandato judicial también indica que la Alcaldía de Cáchira, a través de la Secretaría de Salud y de las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) deberán garantizar atención psicosocial a todo el núcleo familiar, hacer valoraciones médicas y, de ser pertinente algún tratamiento, brindar lo necesario para su aplicación, entre otras.
El director de la Unidad de Restitución de Tierras Territorial Norte de Santander, Edward Álvarez, manifestó: “es un gran aliciente que en Cáchira se haya dado la primera sentencia de restitución de tierras, lo que nos lleva a seguir trabajando con ahínco para lograr este tipo de resultados, no solo en este municipio sino en el resto del departamento. Sabemos de la felicidad y satisfacción de esta familia, de la que haremos seguimiento para que tengan plena seguridad en el cumplimiento de su sentencia”, puntualizó.
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