Uniformados de la Policía Metropolitana
de Cúcuta (Mecuc) salvaron la vida de dos gatos recién nacidos que fueron
abandonados en el Parque Lineal de esta capital y que estuvieron a punto de
morir en medio del torrencial aguacero registrado la noche anterior.
Cuando estaban indefensos, empapados de
agua y envueltos en la tierra arrasada por los canales de agua que se formaron
la noche de ayer lunes por la fuerte lluvia que cayó en la capital
nortesantandereana, dos pequeños felinos encontraron su salvación en las manos
de dos uniformados del Grupo de Operaciones Especiales (GOES).
Se trata de los patrulleros Harold Pineda
Rodríguez y Jhon Quintero Mejía, quienes pasadas las 8 de la noche protegieron
a los dos gatos de color gris y con pocos días de nacidos, que fueron sacados
de la caja de cartón donde los dejaron abandonados y luego el agua los arrastró
por más de tres metros en el parque Lineal del barrio El Callejón, aumentando
su riesgo de morir.
El objetivo era salvarlos, por eso
rápidamente una camiseta seca de un uniformado se convirtió en la carpa de
protección de los pequeños gatos que fueron secados, limpiados y cobijados en
las manos de sus ángeles verdes que los sacaron del lugar y los llevaron hasta
una droguería en busca de alimento.
Los uniformados compraron leche y todos
los elementos necesarios para su suministro. Minutos después los felinos ya
secos recobraron su movilidad y aún sin lograr abrir totalmente sus ojos, con
su regocijo y calidez mostraron a sus protectores que la batalla estaba ganada
y la vida los cobijaba.
Luego de terminar su servicio para el
fortalecimiento de la seguridad y convivencia en los sectores céntricos de la
ciudad, los uniformados les buscaron un hogar, una familia residente en la
urbanización San Martín que con los brazos abiertos les dio la bienvenida, les
suministraron alimento y lo necesario para que se desarrollen normalmente.
La historia de vida de los dos felinos
que aún no tienen nombre sigue su curso gracias a estos dos uniformados que en
contraste con la esencia de su servicio policial de atacar estratégica y
operativamente la criminalidad, pusieron en práctica su la labor social y los
protegieron a toda costa.
Hoy, los uniformados siguen realizando
patrullajes de vigilancia y control en los diferentes sectores de Cúcuta para
acompañar a sus habitantes y en su recuerdo quedará aquella imagen sensible de los
dos indefensos gatos que vencieron los riesgos de morir.
Los patrulleros Harold Pineda Rodríguez y
Jhon Quintero Mejía, además de ser vigilantes de la seguridad y convivencia
ciudadana, seguirán siendo los guardianes de los pequeños gatos que fueron
lanzados a las calles sin tener la oportunidad de crecer y conocer un verdadero
hogar.
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