En el marco del Comité Departamental de Erradicación de Trabajo Infantil, convocado por la Secretaría de Desarrollo Social, se conoció que 3.921 menores entre los 5 y 17 años de edad, ejercen alguna modalidad de explotación laboral o están en riesgo de desempeñarla, lo que llevaría a una vulneración de sus derechos.
Lo alarmante de los datos dados a conocer por Leonor Sepúlveda, administradora nacional del Sistema de Información para la Prevención del Trabajo Infantil (SIRITI), es que según los Comisarios de Familia, las cifras no corresponden a la realidad del departamento.
Por ejemplo, según Marta Elida Rodríguez Pinilla, comisaria de Villa del Rosario, hacia 2011 se reportaron alrededor de 189 casos de trabajo infantil, lo que contrasta con la información que reposa en el SIRITI donde solo aparecen 88.
“Para nadie es un secreto que la realidad de Villa del Rosario es diferente a la del resto del departamento, teniendo en cuenta su situación de frontera y el alto número de familias desplazadas que han llegado al municipio, lo que hoy nos permite ver muchos menores trabajando en diferentes actividades”, señaló Rodríguez Pinilla.
Agregó que en su mayoría los menores son usados para desempeñar labores en el comercio informal en la zona urbana, en la venta de combustible de contrabando y en los locales comerciales de Villa del Rosario.
“Lo que sucede actualmente es que ante el número de familias desplazadas que se han asentado en Villa del Rosario, muchos papás afirman que los menores les ‘ayudan’ a buscar parte del sustento para el hogar,” añadió la funcionaria.
En Lourdes la situación no es diferente. Según el comisario de familia del municipio, Germán Rodríguez, los menores entre los 8 y 17 años, ‘colaboran’ en sus casas en el cuidado de los animales, en la recogida del café, pastoreo o en la venta de pasteles.
Aunque serían actividades cotidianas para un menor en la zona rural de cualquier municipio, los padres de familia desconocen que este tipo de labores, son tipificadas como trabajo infantil por el Gobierno Nacional, porque en algunos casos superan el número de horas semanales para que un niño o niña desempeñe alguna función en sus casas, la cual no puede sobrepasar las 14 horas de lunes a domingo.
Estos detalles, fueron explicados durante la jornada de capacitación que lideró la Secretaría de Desarrollo Social de Norte de Santander, en conjunto con los comisarios de familia, para iniciar un proceso de depuración de las cifras que actualmente reposan en el SIRITI.
“Ahora el compromiso es la verificación de derechos de los niños que se han reportado en el Sistema, para hacerle la restitución de los mismos, e iniciar inmediatamente con la tarea de revisar la situación de los otros menores,” sostuvo Leonor Sepúlveda.
En las cifras que se encuentran en el Sistema de Información para la Prevención del Trabajo Infantil, 2.544 menores están en riesgo de ser trabajadores por los abusos a los que son sometidos por sus padres o su contexto familiar en Norte de Santander.
De la cifra, 16 hacen tareas del hogar; 290 desempeñan una actividad laboral por la cual podrían recibir o no un salario; 12 son obligados a cumplir con labores domésticas como un trabajo; 988 son víctimas de explotación laboral en lo que se ha tipificado como las peores formas de trabajo infantil alejados de su casa y, en 68 casos, los menores ejercen alguna labor en la calle y son obligados a trabajar en su casa.
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