“El alcalde Donamaris Ramírez-París Lobo, dirigió personalmente los operativos la noche del 31 de diciembre de 2012 y la madrugada del 1 de enero de 2013, hasta entregar limpia la ciudad. 200 muñecos con pólvora fueron incautados”
Cuando los cucuteños se levantaron a iniciar la actividad del primero de enero de 2013, encontraron la mejor cara de la ciudad.
Cúcuta fue en ese año nuevo, una ciudad limpia como nunca se había visto, un ejército de escobitas (barrenderos) que tomaron el Parque Santander como epicentro, hicieron de la capital de Norte de Santander, una ciudad pulcra.
La jornada hubiera sido perfecta, como lo fue en la Navidad, de no ser por la irresponsabilidad de cuatro padres de familia que permitieron que dos menores de 7 y 13 años de edad, jugaran con pólvora y se quemaran tres de sus dedos de las manos.
“Mañana, luego de adelantar la respectiva investigación, esos padres de familia tendrán que responder y asumir las consecuencias de esos actos que podrían marcar para siempre a sus pequeños hijos”, dijo el alcalde Donamaris Ramírez-París Lobo, quien ante la Fiscalía demandó el actuar de cuatro padres de familia por permitir que sus hijos jugaran con pólvora y resultaran quemados en los primeros días de diciembre.
El alcalde anunció que demandará penalmente a Cafesalud y Solsalud, porque no prestaron la debida atención médica y hospitalaria a los dos niños que resultaron quemados y tuvieron que ser trasladados a una clínica privada, luego de su gestión personal ante la entidad. “No podemos permitir que entidades que le cobran al Estado, no presten como es debido la atención y obliguen a los pacientes a hacer un recorrido de muerte”, precisó.
Un solo accidente se presentó en la ciudad de más un millón de habitantes, cuya movilidad en esa noche de festejo que marca la transición de un año a otro, estuvo marcada por intensos operativos dirigidos por Ramírez-París Lobo y la Policía Nacional, se propició un ambiente de paz y tranquilidad.
“Según los reportes que entrega la policía y la misma gente, este fin de año y navidad, han sido uno de los más tranquilos de la historia. Ni un solo homicidio se presentó en las fiestas del 24 y del 31 de diciembre”, precisó.
Por causa de los 2 niños quemados y el accidente, el alcalde Donamaris Ramírez-París, no se declaró satisfecho y a pesar de que las festividades hayan sido unas de las más tranquilas de la historia, se seguirá persiguiendo la meta de ningún niño quemado y cero tolerancia con los conductores ebrios.
El balance de la celebración de fin de año también arrojó que 960 kilos de pólvora fueron incautados, 200 muñecos de año viejo con pólvora también fueron incautados, 31 comparendo por embriaguez fueron impartidos e igual número de vehículos inmovilizados y se reportaron 164 casos de riñas.
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