Las autoridades reconocieron y a la vez explicaron la difícil situación de orden público por la que atraviesa la región del Catatumbo, en Norte de Santander, donde tan solo en lo que va corrido de mayo han ocurrido seis ataques terroristas de la guerrilla contra la Fuerza Pública, que dejan un balance de siete policías muertos y 36 heridos.
Los más recientes hechos ocurrieron el pasado fin de semana, cuando un grupo de policías adscritos al Escuadrón Móvil de Carabineros (Emcar) que custodia a erradicadores manuales cayó el sábado en un campo minado, instalado por los subversivos en el corregimiento La Gabarra, de Tibú, con saldo de seis uniformados heridos, uno de ellos de gravedad, que se recupera en una clínica de Cúcuta.
Un día después, la guerrilla atacó con explosivos la estación de Policía de Teorama, donde se celebraban las fiestas patronales. El artefacto causó heridas a un intendente y cuatro auxiliares, quienes fueron remitidos al hospital Emiro Quintero Cañizares, de Ocaña.
Pero la situación ha venido así este año, tras el refuerzo de tropas a la selva del Catatumbo y se incrementó un poco desde marzo pasado, cuando ingresaron a la región cerca de mil erradicadores manuales de hoja de coca, custodiados por un numeroso grupo de policías del Emcar 25.
Para el gobernador de Norte de Santander, Édgar Díaz, el conflicto en el Catatumbo se acrecentó cuando empezó el Plan de Consolidación, con la creación de la Fuerza de Tarea Vulcano y la llegada a la región de 3.000 nuevos hombres del Ejército.
"Nosotros somos concientes y respetamos la institucionalidad, pero el problema empieza con el Plan de Consolidación, que trae consigo el incremento de pie de fuerza para el Catatumbo", explica el mandatario seccional, quien le ha pedido al Gobierno hacer acciones sociales que logren derribar la imagen del abandono en que se encuentra la región.
Sin embargo, el general Luis Alberto Pérez Alvarado, comandante de la Policía Antinarcóticos, asegura que son concientes de los ataques que puedan sobrevenir por el hecho de habérseles metido en el corazón de los cultivos ilícitos de la guerrilla. "Somos concientes de las consecuencias, pero también nos estamos preparando adecuadamente para contrarrestar cualquier acción de ellos", sentencia.
Tras los atentados del pasado fin de semana, algo también quedó claro y es la alianza de los grupos armados ilegales para contrarrestar la erradicación manual de los cultivos ilícitos.
"La verdad es que ahí hay una unión entre terroristas de las Farc y el Eln para defender los cultivos ilícitos que el Estado Colombiano, la Fuerza Pública, particularmente la Policía Nacional en este caso, están adelantando esta actividad de erradicación manual", manifestó el general José Ángel Mendoza, comandante de la Región 5 de Policía, al hacer un balance de los hechos ocurridos.
En esa alianza también participan el único reducto del Epl, al mando de Víctor Ramón Navarro, alias 'Megateo' y las bandas criminales, representadas en los 'Rastrojos' y los 'Urabeños', que se formaron después de la desmovilización del Bloque Catatumbo, en el 2004 y fueron herederas de las 'Águilas Negras'.
Se calcula que de las 60.000 hectáreas de coca registradas el año pasado en el país, 3.500 habría en Norte de Santander. Desde marzo, se han erradicado más de 600 hectáreas en el Catatumbo y la meta es arrancar 2.000 hectáreas de matas de coca.
Por ahora, se prevé que los ataques podrían seguir, al menos mientras la erradicación continúe. Así lo da a entender el general José Roberto León Riaño, director nacional de la Policía. "Los trabajos no van a parar, porque lo que esto demuestra es que estamos dándole en el corazón donde está la mayoría de cultivos ilícitos de las Farc y el Eln, la fuente principal de financiamiento de actividades terroristas en el país". Fuente: Eltiempo.com
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