La naturaleza, que no se equivoca, nos ha demostrado con desastres bien costosos para nuestra región y para el país en general, que la famosa doble calzada sobre la carretera actual a Cúcuta, era técnica y económicamente una equivocación. Varios miles de millones de pesos gastados inútilmente y argumentos infundados y simplistas se utilizaron para intentar descalificar la alternativa de la vía por el Alto de El Escorial, carretera indispensable para el desarrollo del oriente colombiano.
En buena hora el Ministro de Transporte, con razones técnicas irrefutables, asignó $11.000 millones de pesos para actualizar los estudios aprobados hace 20 años, (en ese entonces con permisos ambientales y compra de predios), y decidir así la construcción de esta estratégica vía que nos garantiza la comunicación adecuada con Venezuela y la posibilidad de conexión océano pacífico-océano atlántico; y también por fortuna nuestros vecinos del Norte de Santander, con la participación de dirigentes cívicos y políticos han emprendido una campaña para exigir del gobierno nacional lo que hace tantos años ha debido concluirse.
Ojalá que en esta oportunidad, como varias veces en el pasado, no se repita el error de oponerse a dicha vía, sin mayor conocimiento técnico y con argumentos tan pobres como que es demasiado costosa. ¿Qué tal que los paisas, los costeños, o los caleños, se opusieran a proyectos esenciales para su progreso por esta razón? Nos basta viajar por sus carreteras para concluir que las peores vías del país son las nuestras. Esperamos que nuestros parlamentarios y los gobernantes recién elegidos, se unan con los del Norte de Santander para integrar un frente común para presionar la construcción de la vía por El Escorial. Y ojalá que todas las ventajas varias veces planteadas por ingenieros expertos en el tema vial, como mejores pendientes y radios de curvatura, reducción de 40 kms. de distancia con relación a la vía actual, menor tiempo de recorrido, ahorro en combustible, y muchas más relacionadas con el impacto económico, imposibles de analizar en tan corta columna, no pretendan desconocerse ahora con el argumento de que perjudica al Páramo de Santurbán.
Afortunadamente este nuevo argumento en lugar de afectar la propuesta de El Escorial la fortalece, pues si de lo que se trata en el caso de Santurbán es de proteger esa zona con el reconocimiento de parque natural y la creación de programas de turismo ecológico, una vía con las especificaciones de la de El Escorial es lo que se necesita para estos propósitos.
En buena hora el Ministro de Transporte, con razones técnicas irrefutables, asignó $11.000 millones de pesos para actualizar los estudios aprobados hace 20 años, (en ese entonces con permisos ambientales y compra de predios), y decidir así la construcción de esta estratégica vía que nos garantiza la comunicación adecuada con Venezuela y la posibilidad de conexión océano pacífico-océano atlántico; y también por fortuna nuestros vecinos del Norte de Santander, con la participación de dirigentes cívicos y políticos han emprendido una campaña para exigir del gobierno nacional lo que hace tantos años ha debido concluirse.
Ojalá que en esta oportunidad, como varias veces en el pasado, no se repita el error de oponerse a dicha vía, sin mayor conocimiento técnico y con argumentos tan pobres como que es demasiado costosa. ¿Qué tal que los paisas, los costeños, o los caleños, se opusieran a proyectos esenciales para su progreso por esta razón? Nos basta viajar por sus carreteras para concluir que las peores vías del país son las nuestras. Esperamos que nuestros parlamentarios y los gobernantes recién elegidos, se unan con los del Norte de Santander para integrar un frente común para presionar la construcción de la vía por El Escorial. Y ojalá que todas las ventajas varias veces planteadas por ingenieros expertos en el tema vial, como mejores pendientes y radios de curvatura, reducción de 40 kms. de distancia con relación a la vía actual, menor tiempo de recorrido, ahorro en combustible, y muchas más relacionadas con el impacto económico, imposibles de analizar en tan corta columna, no pretendan desconocerse ahora con el argumento de que perjudica al Páramo de Santurbán.
Afortunadamente este nuevo argumento en lugar de afectar la propuesta de El Escorial la fortalece, pues si de lo que se trata en el caso de Santurbán es de proteger esa zona con el reconocimiento de parque natural y la creación de programas de turismo ecológico, una vía con las especificaciones de la de El Escorial es lo que se necesita para estos propósitos.
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