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Aunque el gobernador Edgar Díaz Contreras está de acuerdo en que se debe frenar el contrabando que ha menoscabado las rentas de la región y afecta la inversión social, también está consciente de las condiciones particulares que tienen las zonas fronterizas y por ello está revisando los alcances de la nueva Ley Anticontrabando aprobada por el Congreso y en espera de sanción por parte del Presidente Juan Manuel Santos.
Dicha revisión busca que no se afecte a la población en general, que haciendo uso de las ventajas comparativas que tienen las zonas de frontera acceden a productos de menor precio, por “un sencillo costo de oportunidad”.
“Esta ventaja no nos convierte en contrabandistas”, manifestó el Mandatario Regional y agregó que la oficina Jurídica, Planeación y la Secretaría de Fronteras y Cooperación Internacional están revisando el documento para presentar las observaciones que permitan aplicar la ley, sin que provoque traumatismos en el Departamento.
“En la zona de frontera siempre ha existido un flujo comercial dinámico, que significa que los habitantes de ambas líneas compran algunos productos para su uso personal, sin que ello se traduzca en comercializar esos productos extranjeros” dijo Díaz Contreras.
Agregó, que paralelo a la aplicación de la ley se pedirá al Gobierno Nacional una inversión social preferencial que incentive la generación de empleo para que quienes se han visto en la necesidad de incursionar en la práctica del contrabando tengan la posibilidad de desarrollar una actividad comercial formal.
Dicha revisión busca que no se afecte a la población en general, que haciendo uso de las ventajas comparativas que tienen las zonas de frontera acceden a productos de menor precio, por “un sencillo costo de oportunidad”.
“Esta ventaja no nos convierte en contrabandistas”, manifestó el Mandatario Regional y agregó que la oficina Jurídica, Planeación y la Secretaría de Fronteras y Cooperación Internacional están revisando el documento para presentar las observaciones que permitan aplicar la ley, sin que provoque traumatismos en el Departamento.
“En la zona de frontera siempre ha existido un flujo comercial dinámico, que significa que los habitantes de ambas líneas compran algunos productos para su uso personal, sin que ello se traduzca en comercializar esos productos extranjeros” dijo Díaz Contreras.
Agregó, que paralelo a la aplicación de la ley se pedirá al Gobierno Nacional una inversión social preferencial que incentive la generación de empleo para que quienes se han visto en la necesidad de incursionar en la práctica del contrabando tengan la posibilidad de desarrollar una actividad comercial formal.
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