Durante años los comerciantes de Cúcuta se acostumbraron a tratar con cientos de venezolanos que todos días cruzaban la frontera para comprar ropa, medicamentos, motocicletas y toda clase de productos en Colombia.
Pero desde que comenzó la devaluación del Bolívar frente al peso, los locales comerciales de la capital del departamento de Norte de Santander permanecen vacíos.
Hace tres años Mónica Gómez empleada de un local de ropa vendía hasta tres millones de pesos por día y hoy apenas alcanza a vender 500 mil pesos en prendas femeninas.
“Nos hemos criado en una cultura donde el mayor comprador siempre para nosotros ha sido el venezolano, pero la situación es terrible, la soledad, los almacenes, desde hace mucho tiempo (…) Somos una ciudad netamente comercial, nos dedicamos a vender, vender y vender”, cuenta la trabajadora.
Los venezolanos no son los únicos que han dejado de comprar en Cúcuta. Los propios cucuteños están comprando hasta sus artículos de primera necesidad en San Antonio de Táchira y Pedro María Ureña, las ciudades más cercanas del vecino país.
El presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, José Miguel González, explica que en Venezuela los productos con hasta tres veces más baratos que en Colombia.
“Por el diferencial de precios que hay entre los dos países, la moneda venezolana se ha venido devaluando de manera importante, hoy por ejemplo se consiguen camisas en cinco mil, seis mil, siete mil pesos, los precios del arroz son tres veces menos que en Colombia”, sostiene el empresario.
La caída de las ventas ha tenido incidencia directa en el aumento del desempleo en la capital nortesantandereana. Entre diciembre de 2012 y enero pasado por lo menos 10 mil puestos de trabajo se habrían perdido.
En la actualidad el índice de desempleo de Cúcuta es de 17.8%, mientras que al cierre del año pasado la cifra se ubicaba en 14.4%.
Más allá del desempleo, lo que más preocupa a la secretaria de Gobierno de Norte de Santander, Nohora Oliveros es la alta tasa de informalidad.
“Se habla más o menos de un superior al 71 por ciento de la informalidad en los empleos, diríamos que menos del 29 por ciento sería empleo formal en el departamento”, revela la funcionaria.
La crisis en la frontera se hizo evidente con la devaluación del bolívar, pero otros hechos han incidido. El presidente de Fenalco Cúcuta, Rodolfo Mora, asegura que los problemas iniciaron con la ruptura de relaciones entre Colombia y Venezuela en 2008, tras la muerte del exmiembro del secretariado de las Farc, alias “Raúl Reyes”.
Otro factor que influyó en la problemática fue el impacto de ola invernal de 2012, que dejó incomunicados a municipios vecinos con la capital de Norte de Santander.
Para aliviar el fenómeno de la devaluación, los comerciantes piden al Gobierno declarar el estado de emergencia económica para permitir la exención del pago de impuestos.
El presidente Juan Manuel Santos considera que la alternativa no es viable. Sin embargo, la semana pasada anunció inversiones por 600 mil millones de pesos para garantizar agua potable las 24 horas del día en la ciudad, para obras de infraestructura y créditos a los comerciantes.
Pero el presidente de Fenalco, Rodolfo Mora, sostiene que las medidas no serán suficientes.
“Cuando uno se está ahogando agradece que le boten un neumático no que le prometan regarlarle un yate. El presidente trajo un programa de inversiones muy bueno, pero la crisis no se conjura porque se dejó avanzar demasiado y no se conjura sino con condonación de impuestos o con plazos para el pago de obligaciones como IVA”, advierte el dirigente gremial.
El año pasado la crisis llevó a más de dos mil comerciantes a cerrar sus establecimientos comerciales, el gremio espera que los anuncios de inversión del presidente Santos eviten un nuevo aumento de las cifras de desempleo. Fuente: radionacionaldecolombia.gov.co Link
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