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lunes, 10 de enero de 2022

UN AÑO DE GRANDES EXPECTATIVAS - POR: JOSÉ CONSUEGRA

Pero, al lado de los buenos deseos y augurios, es necesario dar inicio a la tarea de llevar a la realidad toda esa ensoñación e ilusiones; para ello, es indispensable llenarnos de perseverancia, fe, fuerza de voluntad, tenacidad y firmeza y, sin duda, lograremos nuestras expectativas de bienestar, prosperidad, amor, tranquilidad y salud que anhelamos.

Después de haber compartido con los seres queridos, embebidos en el amor y la amistad, y cumplido los rituales y tradiciones inherentes al último día del año, como abrazarnos y bailar con alegría la inolvidable composición Faltan cinco pa’ las doce, del maestro Oswaldo Oropeza, o albergar nuestros augurios, deseos y propósitos en diversos simbolismos y costumbres, como las doce uvas, la ropa interior amarilla, la quema del muñeco de año viejo, las lentejas de la prosperidad, etc., aún hoy, 10 de enero, llenos de optimismo, continuamos recibiendo y deseando felicidad para el 2022, a propios y extraños. Ciertamente, un festejo de año nuevo sin buenos deseos, anhelos y propósitos es como una Navidad sin arbolito y sin Papá Noel.

Pero, al lado de los buenos deseos y augurios, es necesario dar inicio a la tarea de llevar a la realidad toda esa ensoñación e ilusiones; para ello, es indispensable llenarnos de perseverancia, fe, fuerza de voluntad, tenacidad y firmeza y, sin duda, lograremos nuestras expectativas de bienestar, prosperidad, amor, tranquilidad y salud que anhelamos.

Este nuevo año no pinta fácil. Se inició en medio del cuarto pico epidemiológico de la pandemia de covid-19, de una ola alcista de los servicios y productos de primera necesidad y bajo el acecho de una elevación de la inflación, la tasa de cambio del dólar y el desempleo. Además, se suman la alta polarización social y la incertidumbre por las próximas elecciones de Congreso y Presidencia. Por ello, debemos asumir con responsabilidad y constancia nuestras obligaciones y proyectos individuales y, con la misma enjundia, ser partícipes, de manera mancomunada, de los retos que tiene nuestra sociedad. Por ejemplo, la consolidación de nuestra democracia, haciendo uso del poder decisorio del voto, libre de coacción y gabela y a conciencia para elegir a los mejores gobernantes y también coadyuvar en la superación de la polarización política y la violencia verbal que priman en las redes sociales.

Otros desafíos son implementar políticas de Estado para superar las problemáticas sociales que motivaron el paro nacional; además de reducir la inseguridad y la violencia intrafamiliar y de género.

En el campo económico, si bien hay buenas expectativas con base en el destacado crecimiento de la economía del 9,7 %, confirmado por el Gobierno, y pronósticos como el de la OCDE, que contempla para este año un 5,5 %, preocupa la elevada inflación del 5,62 %.

Otros sectores con retos trascendentales son la educación que le deberá seguir apuntando a la calidad, la cobertura y la pertinencia, y la salud, para lograr atención médica eficaz y acceso oportuno a los servicios, así como la vacunación completa de la población.

No hay que dejar de lado el propósito de nuestra querida selección de fútbol de clasificar al Mundial de Qatar, con cuatro partidos pendientes para alcanzarlo.

En fin, aprovechemos estos días para reflexionar y planear, y todo el año para actuar y ejecutar las metas y enfrentar los nuevos desafíos. ¡Feliz año nuevo para todos!

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