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Finalizando la década de los 90, los habitantes de los municipios de Cáchira y La Esperanza vieron amenazada su tranquilidad y la de sus familias, luego de que llegaran a esta zona de Norte de Santander, un grupo de autodefensas provenientes del sur del Cesar. El grupo armado obligó a varias personas a desplazarse de sus predios y buscar refugio en municipios aledaños o, en algunos casos, en otras zonas del país.
Hoy, gracias al concepto de seguridad favorable dado por la fuerza pública a través del Centro Integrado de Inteligencia para la Restitución de Tierras (CI2RT), los profesionales de la URT pueden desarrollar normalmente las actividades en torno al proceso de restitución. Esto hace posible que las 150 solicitudes que se llevan a la fecha sean atendidas. De la misma manera, todas las personas, en esta zona del país, que en adelante realicen su solicitud según los parámetros de la ley, se beneficiarán de esta política de Estado.
Por su parte, el director territorial, Edward Francisco Álvarez, estuvo al frente de las visitas realizadas a estos municipios y aseguró que hasta el momento existe un acercamiento importante con la comunidad. “Fue un encuentro muy importante. Estas zonas del país estaban esperando ya la llegada de la Unidad de Restitución de Tierras y sin duda hay una expectativa enorme en términos del avance y la decisión de los casos en esta zona”.
Las personas que hayan sido afectadas o despojadas de sus tierras por algún hecho victimizante, pueden realizar su solicitud ante la URT en la nueva sede, ubicada en la calle 11 No 0 – 66 del barrio La Playa en el centro de Cúcuta.
La Dirección Territorial Norte de Santander extiende su gestión a este departamento, Arauca y algunos municipios de Boyacá y Casanare. Para el 2017, la Unidad de Restitución de Tierras tiene proyectado intervenir 17 nuevos municipios a donde llevará justicia, productividad y reparación integral a las víctimas del conflicto.
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