LLEGARON LOS CELUZOMBIES - Por: Luis Eduardo Sánchez Amado

Nos estamos enfrentando diariamente a una nueva raza de muertos - vivientes denominada celuzombies y que te los encuentras en todas partes, incluyendo tu casa. O lo que es peor: en tu propia cama.

Los ves al cruzar una calle sin mirar en que dirección viene el vehículo que los va a atropellar. Cuando suben a un autobús, sin darse cuenta la ruta que toman y sin saber cual será su destino…es probable que al bajar, aún lleven pegados a la oreja el aparato que caracteriza esta nueva raza.

Te los encuentras por manadas cuando, por ejemplo, se espera una cita médica, cada uno, a pesar de estar conectado, con la tecnología, está muy distante uno del otro.

Dominan los servicios públicos, los bancos, las oficinas, las obras civiles, la venta de tinto, el fraude la diversión, los baños públicos y particulares, las entradas al cine, etc. etc.

Conducen busetas, autobuses articulados, taxis, motocicletas, moto-taxis e inclusive bicicletas. Parece que no tienen nada que perder…

Nos han invadido por todas partes. Los tenemos en el campo, en la ciudad, en el mar, en las montañas, en el aire e inclusive te despinchan la llanta de tu auto dejando el cigarrillo a un lado, pero el aparatejo no!

Van apretujados en los buses, casi sin poder respirar, pero encuentran la espalda de otro celuzombie como soporte para poder activar con magistral destreza los dedos pulgares y enviar mensajes o conversar con otros celuzombies que aún no han despertado. 

Los he visto en las madrugadas a la hora del ordeño con el balde en la mano derecha y el celular como conexión entre el hombro y su oreja haciendo malabares para mantener contacto, posiblemente con otro celuzombie… así la leche esté contaminada. 

En cierta ocasión viajaba con mi esposa y desde luego ella pegada al celular, mientras yo conducía, iba cómoda y lejos, lejísimos de la ruta. Para llamar su atención me detuve al lado de un policía vial que estaba de espaldas y le dije que mi señora no dejaba de chatear…se volteó y para sorpresa mía sólo sonrió, levantó su mirada y de inmediato la bajó para seguir chateando en su celular… 

Curioso no? Pero es lo que estamos viendo y viviendo. Es una sociedad castigada por la tecnología y el snobismo, que nos invadió como peste o cualquier pandemia que haya azotado a la humanidad. 

El celuzombie es producto de esa racha de cosas nuevas con acceso directo, sin edad, raza o sexo y mucho menos, sin requisitos previos. Todo mundo posee un celular y esto no es lo que debe preocupar. Lo que realmente importa es esa enajenación, esa completa dependencia y ese dominio de la máquina sobre el ser humano. Como resultado nos convierte en autómatas y en esclavos eternos, o hasta que aparezca otra ¨maravillosa obra que enaltezca el súper-ego de la humanidad. 

Hace pocos años, las cosas se movían iguales o mejor que ahora. Hoy día te despiden del trabajo con un e-mail o terminas una relación amorosa por whatsapp. De igual manera, compras desde ropa intima hasta un repuesto para la licuadora con el apoyo de tu celular… Genial! Pero no sería mejor tener la opción del desplazamiento? O será que dentro de la visión Darwinezca estamos condenados a perder nuestras extremidades inferiores y algunos de nuestros sentidos, evolucionando hacia nuevas manifestaciones para que la naturaleza humana se reacomode? 

Psicólogos, Psiquiatras, médicos, profesionales en ergonomía o en salud ocupacional recomiendan ponerle freno al uso de estos aparatos y han demostrado científicamente las consecuencias y secuelas que pueden dejar su uso… 

Mientras tanto, cuidémonos de los celuzombies, porque los podemos atropellar… o ellos a nosotros con su auto, su autobús, su moto, su bicicleta o sus cuerpos gelatinosos y babosos.