Padres de Familia y Directivos Docentes se quedaron esperando a los administrativos

A pesar de que el alcalde, Don Amaris Ramírez Paris-Lobo a través de la Secretaría de Educación, por fin procedió a contratar el personal administrativo para las instituciones educativas luego de cinco meses de haber comenzado el año lectivo, la insatisfacción en la comunidad, padres de familia, directivos docentes, líderes comunales y algunos concejales, sigue latente.

Este inconformismo surge a raíz que el año anterior el Mandatario Local asignó $2.000 millones para contratar a 216 administrativos por más tiempo y en el 2015 con un incremento del 9.40% de parte del Gobierno Nacional de los recursos que le envía al municipio, vuelve y destina $2.000 millones para emplear a 170 (85 conserjes y 85 aseadoras), personal que alcanza para atender tan solo 20 sedes de las 233 que tienen las 64 instituciones educativas. 

Entonces surgen las preguntas, ¿será que el Alcalde y la Empresa Contratante asignaron menos personal para dignificar la prestación de estos servicios con un sueldo $1,695.294 mensuales?, ¿será que el total de estos dineros llegarán a los bolsillos de los contratados? amanecerá y veremos. 

La idea que la Ministra de Educación, Gina Parody era que esos recursos permitieran que la Alcaldía financiara el 100% del costo de la planta administrativa (conserjes, aseadores y secretarias) y no que se favorecieran a los amigos o áulicos del Alcalde.

El concejal, Oliverio Castellanos señaló que estas incongruencias administrativas refuerzan aún más las declaraciones dadas a los medios de comunicación en su reciente visita el pasado 21 de abril, la Ministra de Educación, quien dijo “que la falta de personal administrativo en las instituciones de Cúcuta, tiene una explicación y es que la secretaria de educación y alcaldía es desordenada” 

A reglón seguido expresó “si no fuera por el desorden, los recursos alcanzarían para solventar las necesidades de personal administrativo de las escuelas, pues “este año tienen más recursos.

Lo otro que se pregunta la comunidad y los padres de familia, es como el Mandatario Municipal destina $6.000 millones para Alfabetización a sabiendas de que las instituciones educativas estaban reclamando a gritos la designación de personal administrativo ante los hechos de inseguridad y salubridad que se presentaron desde el inicio del año. 

Sería bueno, que tanto el Mandatario Local como el Secretario de Educación resuelvan a la mayor brevedad estos problemas de gestión administrativa, para que no sean los estudiantes los que tengan que pagar los errores de esta administración, que se jacta de decir a los cuatro vientos que en Cúcuta están pasando cosas buenas. 

También, sería importante que el Alcalde no siguiera engañando a los cucuteños con mentiras como de que antes del primer semestre todas las instituciones educativas contarían con conserjes, aseadoras y secretarias, cuando la realidad es que en muchos planteles escolares este personal ha tenido que ser pagado por los padres de familia a través de rifas y de bingos.

El concejal Oliverio Castellanos, precisó que no se cansara de radicar los oficios y denuncias ante los Organismos de Control a pesar de no ver los resultados, pone de presente ante los medios de comunicación y la opinión pública estas irregularidades, con el fin de que la Contraloría general y la Procuraduría Provincial y regional inicien si a bien consideran las investigaciones. 

“Señor Alcalde, no se engañe más, no se deje creer de cuentos y en un acto de contrición dígale la verdad a los cucuteños, de que a usted le quedo grande la ciudad y que Cúcuta para Grandes Cosas tan solo fue un slogan de campaña, que las casas seguirán en el aire, que los semáforos continuarán dañados, que el espacio público seguirá invadido, que la educación se rajó, que el transporte público es un caos, que la crisis económica sigue latente, que la inseguridad se incrementa, que el contrabando sigue llegando rampante y que de verdad todo lo propuesto en su programa de gobierno era tan solo un sueño de juventud”. 

San José de Cúcuta, 27 de mayo 2015